Nacional se veía incontrolable y eso en un cuadro grande no podía ocurrir, la presión y su llegada tumultuosa no le ayudaron a Díaz, desde el primer momento y su final era absolutamente previsible, antes de que el mismo se consumara. Las luminarias de un club grande lo encandilaron y no pudo esquivarlas jamás. Nunca me gustaron sus declaraciones ni antes ni después de los partidos. Menos aún su forma de conducir al equipo, la conformación del plantel del que no es absoluto responsable, la integración del equipo, la posición de jugadores en la cancha, los cambios, en definitiva el manejo del plantel.
En el comentario anterior a éste, dije no me gustan las duplas para la dirección técnica, pero es lo que se resolvió y hay que acatarlo. Blanco será el mayor responsable, Bueno su importante ayudante, compañero y asesor, vienen Boca por dos y central en lo local, en 10 días.
Variantes habrán, tienen que haber, no son tema nuestro, la tarea no será sencilla, Cacho es un grande en la historia de Nacional, ya tuvo un pasaje por la institución hace muchos años.
Estaba ocupando otro cargo designado por el presidente, como dice la canción, lo mandaron a la cancha sin preguntarle si quería entrar, asume un riesgo grande, ya hay gente que puso el grito en el cielo. La parada que se avecina es dura, pero la realidad indicaba que había que cambiar. Parece algo apresurada la decisión si se analiza que el torneo local recién comenzó y Nacional va primero en la fase de grupos de la Libertadores.
Ahora ya está, pensemos en lo que vendrá, en el técnico definitivo que llegará, y el ojo clínico de los que tienen la facultad de buscar y elegir y lo mas importante no equivocarse.
Que el de arriba los ilumine, la institución y toda su colectividad esperanzada en que todo sea para bien.
Enrique Bello
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