viernes, 15 de septiembre de 2017

48 HORAS ANTES

Unos hace días que siente hablar y lee todo tipo de comentarios sobre el clásico que se avecina.
Que Peñarol llega mejor que en clásicos anteriores, yo pienso que si, pero tampoco es una maravilla futbolística como lo pintan.
Yo creo que en el entorno aurinegro y en varios sectores de la prensa especializada, ha invadido una desesperación de tal magnitud, que creo ya es mortificante para todos.
No se tolera mas que Nacional haya marcado superioridad contundente durante mas de tres años, siempre es difícil que se de una situación de esa naturaleza entre ambas instituciones.
Pero la realidad marca que en los últimos doce partidos clásicos Nacional no ha perdido, y eso duele y es un cuchillo en la garganta para los manyas, que buscan cualquier artilugio dentro y fuera de la cancha para dar vuelta la pisada.
Comparemos, Peñarol es un cuadro absolutamente nuevo, como ha sido los últimos tiempos, hay algo que es cierto tiene algunos buenos y mas experientes jugadores que en clásicos anteriores.
Pero todavía en este campeonato, no enfrentaron un solo rival que les generara alguna preocupación. Eso es absolutamente así de real, buscan con el clásico un afianzamiento, que tienen que demostrarlo en la cancha el domingo, el rival será otro y no es un tema menor.
Ante todo esto está nuestro Nacional, con jugadores ganadores de clásicos, Conde, Polenta, Espino, Arismendi, Aguirre y algún otro, ya en los nombrados hay una dosis de experiencia que no se ve del otro lado.
Es muy cierto no se llega ni como favorito ni de la mejor manera, después de haber perdido contra River Plate y no jugando bien hace bastante tiempo.
Pero como lo hemos dicho sistemáticamente, este plantel de Nacional, del que se van a extrañar el colo Romero y Carballo, tiene buenos jugadores desde el punto de vista técnico, y con una mentalidad ganadora frente al rival de todas las horas.
Y en esos rubros tiene que afirmar Lasarte, la conformación de un equipo con posibilidades de ganar. Se conocen desde hace bastante tiempo, y eso no lo tiene Peñarol. Hay velocidad y gol
hay que tirar al arco, y encarar a una defensa que no es tan buena como la pintan y con un golero bajo e inexperiente para un encuentro de esta naturaleza.
El pibe Rogel, 20 años, un físico exuberante, muchacho de nivel intelectual alto, que le ha costado acomodarse en el equipo, si, pero tiene condiciones de sobra para superarse. El medio campo Con Arismendi o Porras, mas la experiencia del tata González y la técnica de Sebastián Rodriguez, pueden ser factor decisivo con delanteros que metidos en el partido, es decir enchufados, están en condiciones de hacer daño.
El banco de Suplentes no es un tema a descuidar, es ahí, donde no confío mucho en el entrenador. Pero bueno hay que jugar y volver a demostrar la hegemonía clásica de mas de tres años, que tan perturbado tiene a jr, a Ruglio, y a toda la fauna que los acompañan.
Del juez hablo después del partido, que se ganará, empatará o se perderá, como pasa en el deporte. En los peores momentos es que aparecen los que sacan las castañas del fuego, si nuestro entrenador se ilumina un poquito y mejora lo hecho él y por ende a los futbolistas, el triunfo es absolutamente posible. 
Y si toca la fea, aguantar, redoblar esfuerzos, y mirar hacia adelante sin matarnos entre nosotros, como está ocurriendo los últimos días, adentro y afuera de la institución, con los agoreros que solo analizan las cosas sobre resultados y sacan la lanza para expresar que todo está mal.
Las cosas en su lugar, y mentalidad diferente, la vida y el fútbol no comienza ni termina con una pelota, es un deporte y hay que encararlo sin fanatismo enfermizo, que tanto perturba y ensucia.


                                                                          Enrique Bello

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