Si hay algo mas estúpido que esa frase, que alguien me lo diga, porque la verdad cuando la oigo, no doy crédito a la misma.
Cuando acá un periodista dice algo sobre lo que dijo o escribió otro, parecería ser que poco menos está cometiendo un delito.
Si no se falta el respeto quien dijo que un periodista no puede referirse a otro compartiendo o disintiendo, sobre un comentario o si así fuere también una opinión, y mencionándolo con nombre y apellido. Y si realmente desea hacerlo. Cual es el problema, no me vengan con la ética, que esa si es un verdadero cuento chino.
A mi no me duelen prendas en ese sentido, y si los tengo que nombrar por lo que dijeron o escribieron, a mi juicio bien o mal, no se me mueve un pelo y lo reitero, con el respeto que cada caso merezca.
Y ya mas de uno se está preguntando y a que viene esto, pues señores para referirme a algunos programas deportivos y a algunos de sus integrantes en el día a día del dial.
Ese programa llamado tuya y mía, lo vengo siguiendo hace tiempo, y me pregunto, que le aporta al periodismo y al medio, con gente que no habla, y donde el grito y la chatura son los que mandan, la profesionalidad no es solo ganar dinero diciendo avisos, profesionalidad es como se hacen las cosas, y en ese programa brillan por su ausencia las cosas buenas y serias. Manda el grito.
Su conductor, hombre mediático si los hay, lo juzgo por lo que hace y por lo que veo y escucho. Grita en televisión creyendo que con el grito gana audiencia y se equivoca de medio a medio. Aturde.
El periodismo bien hecho, no es atropellar al contrincante o compañero ocasional, pensar distinto y expresarlo es tan válido o acaso mas válido que el grito estentorio, creyéndose dueño de la verdad. Cuando se grita se pierde la razón.
Otro la Oral deportiva del mediodía, el dueño del circo con dos o tres mas, que prácticamente no opinan y se limitan a escuchar a quien no sabe opinar, su función es otra, no sabe entrevistar y lo hace pasando como un torbellino sobre compañeros y entrevistados. Eso para la audiencia que sabe escuchar, no los que prenden la radio o la tele, es deprimente. Digo esto con tiempo mas que suficiente de análisis.
Otro Las voces del fútbol, la primera hora de cada programa una clase de filosofía barata, sin pie ni cabeza, el resto de los participantes un bocadillito, siempre con discusión atrás poniéndoles un palo en la rueda. Vamos a la fila a formar.
Pero ellos viven con la mágica frase, no hacemos periodismo de periodistas. Señores les voy a decir algo a los conductores de los programas a los que me he referido, sin nombrar sus protagonistas principales. Ustedes, no hablan de otros periodistas, no por no hacer periodismo de periodistas, no les da el paño y entonces es mejor, vende mas y cada vez mas audiencia, que analiza poco, y como decía un muy buen amigo y gran periodista, se comen la pastilla.
Por ello las trasmisiones de fútbol y los comentarios de los partidos son extremadamente malos por definición. Pero como venden tienen lugar para el consumo. A mi me pasa algo, no se si será a otros también, yo no se a quien escuchar cuando tengo que hacerlo y busco alguna excepción que marca la regla. En otros tiempos ya idos, todo era muy distinto, el conocimiento, la sensatez, el equilibrio eran quienes dominaban el espectro. Y oh casualidad al fútbol se jugaba mucho mejor, y se ganaba-
Me puede haber quedado algo, pero no quise aburrir, que la gente saque sus propias conclusiones, y como nadie habla de esto, yo si.
Enrique Bello
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