miércoles, 15 de febrero de 2017

UNA COSA QUE QUIERO DECIR

Es un verdadero vía crucis, retirarse del Parque Central una vez finalizados los partidos que allí se juegan por parte de Nacional. Y si hay que entrar en detalles, entramos, los problemas de seguridad en las canchas que han puesto en jake a todo el fútbol uruguayo, por obra y gracia de delincuentes que son los que han generado infinidad de problemas. Hacen que los que paguen los platos rotos, seamos aficionados periodistas y dirigentes que nada tenemos que ver con el asunto.
Partido Nacional Danubio, ya los parlantes del Parque Central, anunciaban minutos antes de finalizar el encuentro que la  parcialidad de Nacional debería permanecer unos 15 minutos dentro del escenario, para dar salida correcta y en paz a la parcialidad de los de la curva, que estaban en la Scarone y la Atilio García a cien metros de la Av. 8 de Octubre, vía que los conduciría rapidamente  a su zona de influencia.
Pues a santo de que una espera absurda e incomprensible de mas de 20 minutos con gente amontonada en puertas de acceso, escaleras incluídas, con lo peligros que eso implica, ante una posible avalancha que para nada es descartable cuando la gente se empieza a poner nerviosa e impaciente y a gritar, abran de una vez.
Un tema que en el caso del partido con Danubio, se colocaba un piquete de policías  cubriendo la calle Jaime Cibils a la altura de Juan Ramón Gomez.  mientras,se evacuaba sin inconvenientes el Palco Oficial, La José M. Delgado y la Abdón 
Porte.
Creo que Nacional en esta medida no tiene nada que ver, sino que es la policía que vuelve a dar mas en la herradura que en el clavo, con decisiones de sus cracks, que no tienen el mínimo sentido común. 
Presumo que nadie me va a dar bolilla, y que esto seguirá pasando en otros partidos, porque en este país al que piensa con raciocinio le dan un premio novel.
Un mamarracho soberano lo que ocurre al finalizar los partidos en el Pque Central,  para la retirada de la gente, que tendrá o tendremos que acostumbrarnos con calor, frío, lluvia a saber, que media hora después del encuentro, así estemos apurados, por asuntos particulares, o hasta por no sentirnos bien de salud, a la seguridad le importa un comino, actúa como se le canta y todo el mundo boca abajo.
Basta con tanto desvarío, y pensemos y actuemos en beneficio de la gente y no en contra. Mucho hay que mejorar entre tantas cosas, porque a la gente la están corriendo y hay que agarrarla antes de que se a demasiado tarde. 


                                                        Enrique Bello

1 comentario:

  1. Esta forma de operar se repite en todos los ámbitos, en lo económico, en lo productivo, en lo social, en el tránsito, en el tratamiento de la basura, en la educación, en la salud, en las relaciones internacionales: lo que parece sentido común se deja de lado y se toma por caminos que a todas luces parecen absurdos.
    Es como que el gobierno estuviera desconectado de lo que pasa a su alrededor. Como que operara a partir de parámetros distintos a los que uno piensa (distintos también a los que dice, de la boca para afuera).
    Parece siempre mucho más comprometido con un pocos con poder (Casal en el fútbol local, "los laboratorios" en la salud, ciertas corporaciones en los productivo, los dueños del mundo en lo económico/financiero) que con las personas, el medio ambiente, etc.
    Mezclé todo, lo sé, pero es que, efectivamente, creo que todo está relacionado. Disulpen la verborragia! Saludos!

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