Hoy observamos asombrados, los hinchas de Nacional como el intermediario Fonseca, tiene en jake a la institución , que le dio todo para que, se pudiera superar en la vida como persona y como futbolista. Lo cobijó, lo alimentó, le cuidó su salud, lo mejoró fisicamente, lo proyectó a la selección y al fútbol mundial, y por consecuencia al dinero grande.
Y allí está con su arrogancia desmedida complicando la vida de un futbolista como Amaral, no cumpliendo con su obligación pactada de darle a Nacional el dinero que le corresponde, y haciéndose el importante, hoy su persona,genera grandes malestares.
En contraposición a ello, la comparación salta a la vista, nos referimos a Suarez, surgido de la misma manera que Fonseca, bien de abajo, allí está en los primeros planos del fútbol mundial, ya hace un buen tiempo, pero siempre sencillo, humilde, de buena memoria para con su pueblo natal en momentos críticos como el actual. Relacionado con su Nacional, del que no reniega, del que está cerca siempre a pesar de la distancia, al que ha ayudado mas en silencio que con notoriedad, el que jamás tuvo empacho en decir Nacional me dio de comer, y muchas otras cosas mas.
El miércoles próximo 21 de junio, estará en Montevideo para ser homenajeado por la institución, que lo lanzó a la fama. La cancha de cesped sintético de Los Céspedes será bautizada con su nombre y él llega especialmente para ese acto. Mucha gente acompañará el acto, como corresponde. La humildad de Suarez contrasta con la arrogancia de Fonseca y marcan a fuego las diferencias de uno y otro, en su relación con el club que los vio nacer y los catapultó a la fama.
Enrique Bello
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