Ya me referí ayer al gordito Barrera candidato del oficialismo aurinegro a la presidencia, que salió a la consideración pública a intentar hacer callar a nuestro presidente José L Rodriguez. Quien dijo públicamente dos verdades enormes, que si Peñarol quiere festejar su campeonato uruguayo número 51 no hay inconveniente, pero primero debería ganar el 50, porque parece que aún no se dieron cuenta que tienen 43, andan mal con las matemáticas.
Pero allí no quedó la cosa con el puma que ruge y ruge, damianito que anda muy nervioso dice que no valen los campeonatos uruguayos especiales, se olvidó jr. que él, estando en la AUF fue el gestor de los mismos, pero ahora como lo ganó Nacional no lo quiere reconocer. Muestra la hilacha.
Pero hay mas para este boletín, resulta que hoy iba manejando, se me ocurrió encender la radio, y saz, con que me encuentro la voz del mochilero histórico, don Julio Ríos, entrevistando a un señor que mas tarde me enteré, era Julio Truchanski, otro candidato al sillón presidencial aurinegro, que ya se sabe de antemano no va a conseguir, por la sencilla razón de que no lo conoce nadie. El quiere estar en la sala de dirigentes y a lo mejor lo logra, porque en el caos de enfrentamientos mediáticos que es el Peñarol de hoy, cualquiera puede ser dirigente.
Pero el tema puntual, que da motivo a este petit comentario sobre Truchanski, y que después recordé que había sido presidente del Sindicato Médico en el último período. Siempre se le veía en su sede de Br. Artigas, en reuniones y eventos de gran convocatoria, con su termo y mate, ambos con el escudo de sus amores. Así me enteré un día que el hombre era manyita declarado. Pero vaya, resulta que sus palabras también eran dirigidas con críticas duras hacia nuestro presidente Rodriguez. Nada de lo que dice o hace nuestro número uno de la institución, les viene bien y calienta sobre manera al manyaje.
Lo primero es lo primero, me gusta cuando tenemos dirigentes contestatarios, que no ironizan como aduce Truchanski, sino que dicen la verdad, para que nadie se llame a engaño.
Y así tenemos que seguir, nos atacan, pues allá vamos con toda nuestra artillería, tenemos con que, para jugar de contrataque y allí se le ven las patas a la sota. Una frase de cabecera de don Miguel Restuccia decía, quien ataca al presidente de Nacional ataca a la Institución toda. Si será verdad la misma, nacionalófilos, no nos dejemos vilipendiar por gente que no nos llega a los talones. Quedó dicho y que conste su aplicación.
Enrique Bello
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