sábado, 11 de marzo de 2017

MASCANDO BRONCA

Esas son las dos palabras mas aplicables, para Damiani jr. y sus boys, para varios sectores del periodismo pro manya y fundamentalmente para el abogado de River Plate y sus dirigentes, que a diez minutos de haberse suspendido un partido , del cual no tenían ni noción de la causa, salieron a pedir los puntos, como si en ello les fuera la vida y sin mirar para dentro el desastre que son los darseneros al día de hoy.
La Comisión de disciplina y toda su parafernalia de diez días, tomo una resolución por 5 a 2  con discusiones internas entre ellos, para ver que hacían con el partido Nacional River.
Una suspensión de partido, que quedará en los anales del fútbol uruguayo por lo torpe y absurda, mas allá de la lamentable agresión a un funcionario de recaudación. Porqué torpe y absurda, porque fue tomada por una intergremial, cuando ni el árbitro ni la policía lo habían determinado.
Han pasado en el fútbol uruguayo de los últimos años, cosas sumamente mucho mas graves y quedaron en el olvido, con la complacencia de muchos que a la hora de hablar como en este caso, callaron la boca.
Se ha hablado hasta el cansancio de si el tema de Nacional River, era de alcance político o jurídico. Y hay que decirlo aunque no guste, en el país en el que vivimos, creer en lo jurídico hoy, es una utopía, por la sencilla razón de que gran parte de la justicia, está politizada, y entonces, cualquier desición y en cualquier ámbito de la vida nacional, deja mucho que desear. Y por si vale, yo lo he vivido personalmente desde hace un tiempo bastante largo a nivel personal, y sigo luchando por una justicia que conmigo ha sido tremendamente injusta.
El presidente Sosa de la Comisión disciplinaria y un tal De Freitas hombre de Peñarol, votaron en contra de la resolución, no se conocen aún los fundamentos, pero los imaginamos.
Nunca hubo un motivo valedero, para sacarle los puntos a Nacional, tampoco para jugar ese partido a puertas cerradas, cuando la gente había evacuado el Pque Central en forma totalmente correcta, y menos una multa económica, que no tenía pie ni cabeza. 
Pero algo había que hacerle, por la enorme presión existente, y llegó una suspensión de 5 partidos como local para el Pque Central, que es exagerada por donde se le mire.
No ocurrió lo mismo con el cementerio del siglo, que ya tiene varios muertos en el ropero.
Todo se gestó en un ambiente de contradicciones, en declaraciones de uno y otro lado, cada uno tirando agua para su molino, con abogados en el medio, a ver quien rompía la cuerda primero. Así se llegó a un final convulsionado  donde Banchero y Larrea se pelearon a distancia, para ver quien era el primero en llegar a la meta con la palabra oficial, y en relación con su permanente perolata, mas abrurrida que bailar con tu hermana. El consumo final ya se conoce, pero por favor autoridades del fútbol, no permitan mas que gremios suspendan partidos, porque si no, cambiamos todas las pautas y previo a cada fin de semana, resolvemos por decreto quienes serán los ganadores de los partidos.
Cuidado acá Nacional no es el ganador, ni se fumó a Peñarol, ni nada que se le parezca, acá, las cosas se pusieron en su lugar porque así correspondía. Ahora bien Nacional al que igual le dieron un mazazo exagerado, tendrá que tomar grandes recaudos de aquí en mas, porque ante cualquier eventualidad, suspenden el Parque Central, hasta el día de las calendas griegas. La institución toda, la seguridad interna, y especialmente la gente y los buenos hinchas tendremos que juntarnos codo a codo para defender nuestra casa, respetando a todo aquel que nos visita y fundamentalmente a la gente que va
 a trabajar por un jornal, como fue el de este caso, no de la gravedad que muchos quisieron darle, sin razón alguna. 
Las cosas como son y no como quisieron hacerlas ver, por parte de estamentos que desesperan por ver a nuestro Nacional caído.
Lo del título, mascando bronca quedaron muchos, que seguirán hablando hasta el cansancio y llorando como es su costumbre habitual, y me refiero a los damianito, a los Ruglio, los Areco, los Betingo, los Catino, que salieron a boquillar y les salió el tiro por la culata. Ni que hablar a todos los que escriben disparates a granel en las redes sociales, un cáncer que hay que estirpar.
                SE   HIZO   JUSTICIA A PESAR DE DOS


                                                        Enrique Bello




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