viernes, 28 de julio de 2017

LOS LESIONADOS

Ha sido un tema de permanente preocupación en Nacional. En los últimos tiempos y algo mas, en momentos decisivos, siempre pasa algo con algún o algunos jugadores del plantel.
En el partido clave del apertura y cuando mas se necesitaban Aguirre los noventa minutos, y Arismendi medio tiempo, faltaron a la cita y se perdió un campeonato que debió  ganarse.
No entro en detalles de porqué faltaron, sino que la realidad indica que faltaron.
Voy a lo individual, Fucile que ignoro hasta cuando tiene contrato, ha faltado en una enormidad de ocasiones. Siempre cuidado entre algodones., Polenta otro que dos por tres algún dolorcito o molestia, lo sacan de carrera.
Porras que tuvo también sus inconvenientes, Arismendi al que necesitamos como el agua bendita, una pubalgia lo tiene a mal traer hace largo tiempo, y muchas veces está en duda por el dolor, o porque hay que cuidarlo como un tesoro y lo dejan de lado. Me ha llamado la atención su renovación de contrato hasta fines de 2018, me parece mucho tiempo de acuerdo a sus problemas, yo opino pero no resuelvo, acepto lo que se hace  porque no hay otra. K Ramirez, ha vivido con problemas de todo tipo, Liguera decisivo en su momento, cuantos minutos jugó desde que llegó al club, no muchos.
Viudéz otro que viste y calza, jugador espectacular si los hay, pero también ha faltado a muchas citas importantes. K Ramirez, jugador endeble física y sanitariamente si los hay.
Comparemos, Rafa García, Espino, S Rodriguez, Carballo, S Fernández, Silveira, Conde. No hablo de los que no están Otálvaro, Romero, Lozano, que tampoco jugaron mucho.
Menos de diez jugadores que practicamente no han tenido problemas, salvo los naturales por algún cansancio o alguna cosita menor, absolutamente normal.
Me retrotraigo en el tiempo, y los jugadores no se lesionaban tanto, jugaban o estaban a la orden siempre, no levantaban la manito pidiendo el cambio ante cualquier inconveniente, se incorporaban rápidamente y otra vez a la lucha. Ahora las contracturas, los tirones o tironcitos, la sobre carga en el anterior o posterior, los desgarros, los esguinces de tobillo o de rodilla, los problemas en el sólido, que no se ni que es, pero existe, las lumbalgias, los accidentes domésticos, los problemas gástricos, las gripes y estados febriles.
Los trabajos diferenciados, trabajos en el gimnasio, el trotecito alrededor de la cancha.
Fíjense cuanta cosa dije, que alguien me la desmienta, como dice alguien por ahí, es lo que hay valor. 
Pero lo que digo yo, que para profesionales, de alta competencia, lo mencionado, no debería darse en la proporción elevada en que se da.
Son muy pocas horas diarias de entrenamiento, y pocos partidos, locales e internacionales, que ya se conocen de antemano, como para que ocurran tantos percances, y en momentos cumbres. 
Un tema que me preocupa muchísimo y que debería ser considerado muy especialmente, por parte de todos los que tienen ingerencia, ya sea cuerpo técnico, gerencia deportiva y dirigencia. 
No estaría mal controlar individualmente, horas de entrenamiento a full, y también el tiempo de participación en los partidos. Los jugadores a la hora de firmar contratos, ponen sus exigencias y la mayoría de las veces se las aceptan, pues no habrá llegado el momento de poner y marcar exigencia por parte de la institución que les paga y muy bien.
Cuidado en la vida, no solo se es profesional para cobrar, también hay que ser profesional en la actividad para la que se le ha contratado. 
Una manera de hacer poner las barbas en remojo a muchos y defender las arcas financieras del club. Quisiera ver si pasarían las cosas que hemos plasmado en este comentario.


                                                                   Enrique Bello



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