El presidente de Liverpool dio un ejemplo público y sin rodeos, de como se le hace frente a un contratista manipulador de futbolistas.
Pidió ir al programa Punto Penal para contestar los agravios, mentiras y barbaridades que Fonseca deslizó sobre su persona una semana atrás.
Y no escondió nada, dijo todo lo que tenía para decir, sobre el manejo sucio en el que ha incurrido este personaje con juveniles del club Liverpool.
Ya anunció que lo denunciarán ante la Junta Nacional de lavado, ante el BPS y ante la DGI. Bien por Palma, hace tiempo que insisto con estas cosas, y veo que alguien apareció firme para que se investigue a fondo, y pase lo que tenga que pasar.
Quedó claro, que no hay que ser un erudito en la materia para darse cuenta, entre lo que dijo Fonseca y lo que dijo Palma, donde está la razón.
La lucha fue entre un verborrágico, en cataratas de palabras sin sentido, y equilibrio emocional. Y un hombre sensato, racional, informado y preparado para defender su postura con argumentos, sobre la Institución que conduce.
Con Fonseca, no se salvó ni la empresa solvente de Palma, que nada tenía que ver en el tema en cuestión.
Pero Fonseca asumió que la mejor manera de defenderse era atacando, y erró feo con su estrategia. No se dio cuenta que cuando llegan los agravios y los insultos, es porque no hay argumentos para combatir con un ocasional adversario.
Fonseca no es agente FIFA como se dijo alguna vez, que debían serlo aquellos que hacían ese tipo de trabajos.
Esa situación le hizo reaccionar a Palma para no denunciarlo a FIFA, porque Nacional y el fútbol uruguayo se podían ver perjudicados y eso él no lo quería.
Nombró montones de jugadores que se le fueron a Fonseca, y que por algo fue, no todos estamos equivocados dijo.
Clarificó el ofrecimiento que le hizo Fonseca por los pibes de Liverpool, que fueron cláusulas de recisión de un millón y medio de dólares por cada uno, y no que le daba tres millones de dólares. Lo mismo que hizo con Nacional por Amaral.
Clarificó que no les paga a los jugadores de Liverpool, y que solo les da viáticos para moverse, y les brindan otras cosas como apoyo. Y está muy bien que eso ocurra, por lo menos para quien esto escribe.
Palma siguió hablando y expresó que él, no tiene porqué darle plata a la familia. Y también estoy de acuerdo con ello.
Puso en el tapete una información que nadies conocía, sobre que Amaral dejó al contratista Pablo Boselli, porque Fonseca le dio cincuenta mil dólares a cada uno de los padres de Amaral.
Realmente poco creible o no, pero Palma no va a tirar una información de ese tipo, si no la tiene clara.
Esta movida, a la que no le veo en lo previo mucho andamiento en cuanto a las denuncias que se van a hacer, porque no creo en las autoridades del gobierno actual, va a marcar un antes y un después de esta controversia y algo va a ocurrir en los estamentos del fútbol.
Ya los demás clubes y las autoridades del fútbol, no pueden mirar para el costado, saltó la tapa de una olla que quema y mucho. Es claro y notorio que personas físicas, no pueden comprar futbolistas así porque si, las negociaciones deben ser entre clubes, con intervención de intermediarios que no está prohibida, pero entre clubes.
Como me hubiera gustado ver a Nacional actuando así como lo hizo Palma, pero se tomó otro camino y aunque no se comparta se respeta. Será porque hace años muchos años que pregono esto y con Palma que se es un hombre controversial y sin vueltas, me he visto recompensado en lo que pienso.
Hay que terminar con la joda en el fútbol, impuesta por inescrupulosos del dinero fácil. Así de clarito por si las moscas.
Enrique Bello
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