viernes, 22 de febrero de 2019

NO ESTOY DE ACUERDO

He leído en las últimas horas sobre la conformación de una agrupación llamada Transparencia Nacional. La misma es liderada por el ex dirigente Nelson Volpe, persona con la que tengo muy buena relación. Como tengo memoria comento aquí, que el día de las elecciones me encontré después de mucho tiempo con Volpe un buen rato, y allí me comentó sobre que había que hacer esto, que se está poniendo en ejecución a partir del próximo martes 26 en el Parque Central con motivo del partido Nacional Wanderers.
Juntar firmas de asociados con derecho a voto para expulsar de los registro sociales a quien fuera el último presidente de la institución señor José Luis Rodriguez. La convocatoria se basa en varios artículos del estatuto, el 24 y el 6 y 7 del mismo.
El derecho legítimo lo tienen los socios, de eso no cabe ninguna duda, y es posible llevarlo a cabo.
El tema fundamental se basa en el estado de deterioro generalizado en que la administración anterior dejó al club bajo la presidencia de Rodriguez. 
Quien esto escribe le dijo a Volpe  en aquella charla cuando me preguntó si estaba de acuerdo con su iniciativa. Y le dije que no, expresando mis argumentos.
Porqué le dije que no, pues muy sencillo, José L. Rodriguez era el presidente, pero lo acompañaban diez dirigentes mas que tenían las mismas obligaciones de control y administración y responsabilidades económico financieras y deportivas, que no debieron permitir callándose la boca. Todo en aras de una presunto cuidado de la institucionalidad del club, frase harto manida e inconsistente, cuando se trata de cumplir con las obligaciones que les otorgó la masa social al emitir su voto.
Nada de ello ocurrió, no hubo denuncias de ningún tipo, si discusiones internas, que no vieron luz, malestares, con decisiones adoptadas, pero siempre dentro de un marco de silencio y ocultamientos absolutamente inaceptables.
Ya es clara nuestra eterna posición sobre los ocultamientos, los silencios y las intrigas dentro de Nacional, que me molestan sobremanera.
Ahora resulta que cinco dirigentes de la directiva anterior a quienes no juzgo personalmente sino por su participación anterior, integran la actual conducción, a saber, Eduardo Ache figura protagónica de los últimos 20 años, José López Rubio, que fue su suplente cuando Ache estuvo ausente, que fue bastante, Alejandro Orellano, Pablo Durán a quien se le vio casi como lugar teniente siempre cerca de Rodriguez, habiendo entrado por la oposición, y dejo para lo último a Antonio Palma, que fue promotor muy activo para que José L Rodriguez fuera candidato, y recuerdo su abrazo cuando se supo el triunfo de la lista que integraban. 
Ese amor duró pocos días porque Palma comenzó a tener diferencias importantes con Rodriguez, y allí el deterioro se acentuó, y ya Palma pasó de ser oficialista a ser opositor, y dejando a la mayoría en minoría. Y ahí comenzó la debacle. 
Ya los líos y discusiones llevaron a que el presidente se tomara atribuciones que no le correspondían, y se empezó a pudrir todo. 
Por mas que se quiera desmentir, la relación Ache Rodriguez, fue horrible y eso resultó fatal para Nacional.
Pasaron muchas cosas muy largas de expresar en este espacio, conocemos bastante, pero revolver ahora nada aporta.
Debió hacerse en los propios  momentos que ocurrían y no se hicieron, por ese maldito silencio que en vez de aclarar, oscurece.
Y entonces ahora el asunto es matemos a José L Rodriguez. Pregunto y los demás que, no pasa nada. 
Señores acá se ha dicho que hay una auditoría en danza que algo va a decir. 
Lo que para mi, y esta es una opinión netamente personal, hay que hacer primero,  una profunda investigación, para deslindar, errores administrativos, aspectos morales y éticos, y si hubo dolo en muchas decisiones adoptadas con gastos y manejos de dineros. Allí hay que apuntar primero. 
Y para mi mientras todo eso se lleva a cabo, con investigaciones adentro y afuera del club, sería bueno por las personas mismas, que los integrantes de la actual conducción que integraron la anterior, hoy muy cuestionada en la persona de su presidente, dejaran, sus cargos momentáneamente hasta el completo esclarecimiento, de todas las irregularidades que se le achacan solamente a Rodriguez, para mi en forma totalmente errónea porque el resto de sus compañeros también en mayor o menor medida fueron responsables.
Primero probar, después acusar, hay hechos que parecen ser graves y muy graves, pero apuntar a una sola cabeza, se me hace descabellado. 
Dicen que los famosos guardianes, se suman a esta movida encarada por Volpe, han tomado un protagonismo inusitado. Primero asambleas para expulsar a Boselli, ahora el 13 de marzo otra asamblea para devolverle a Boselli su lugar, mas explicaciones de la directiva sobre sus dos meses de mandato, sobre lo que encontraron, lo que han hecho y lo que harán de aquí en mas.
Y como si eso fuera poco, el tratamiento del tema expulsión de José L. Rodriguez de los registros sociales, su no foto en la galería de presidentes, y olvidándose que Rodriguez era el presidente, pero que en derredor de él, hubo una directiva omisa que no actuó acorde a las circunstancias, y si lo hizo, jamás fue conocido por la masa societaria, y eso es lo que me hace actuar y pensar de esta manera.
Yo quiero el bien para Nacional, me lo tienen que demostrar quienes mandan, si no la duda, se transforma en sistemática y la credibilidad se va al diablo.
Este de estos tiempos no es el Nacional del que yo me hice hincha, soy afecto a la cristalinidad y la transparencia en todos los actos. y quiero saber, sin asambleas que dañan, que serán soberanas pero que no aportan nada y mucho mas si se hacen en forma permanente.  Firman muchos para sus convocatorias y a la hora de los bifes, son poquitos, y muchos se van antes para no comprometerse. Esa es la pura real y cruda verdad, gustará o no, yo la expreso. Yo quiero que si alguien cometió dolo, se le juzgue, y denuncie, pero los que cumplieron con su deber, mas allá de errores circunstanciales, que se les reivindique como personas de bien, que solo puedan haberse equivocado.

                                                                     Enrique Bello

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