lunes, 4 de febrero de 2019

SOBRE UN TEMA QUE MARTIRIZA LOS PENALES

Desde tiempos inmemoriales , se han jugado miles de partidos en el mundo, y la reglamentación para definir empates de posiciones en tablas de campeonatos. Después de 90 minutos de juego y 30 minutos de alargue en el tanteador, se tienen que definir, y vaya si se han definido cosas importantes. 
Desde Campeonatos del Mundo, Copas América, Copas Libertadores, Champions legue, Copa de la Uefa, Campeonatos de cualquier Liga del Mundo.
Y acá le queremos buscar el pelo al huevo, porque Nacional ganó este clásico por penales, no jugando bien. 
Hoy escuché un rato ese lamentable programa que conduce Gorzi en la 890 llamado usted que opina.  Fueron ocho o diez y me alcanzó. Pocas veces se oyen a tantos tarados, la mayoría  malos perdedores hinchas de Perñarol, bien identificados, y aceptados por su manya conductor, que no puede negar su condición de tal.
Yo de solo acordarme de aquel penal de Tony Gomez en la final del mundo en 1988, sintetizo en el mismo, la enorme cantidad de triunfos de gran jerarquía y otros no tanto, de equipos y selecciones que lograron victorias memorables que aún se festejan en todo el globo terraqueo. No cuesta mucho acordarse del penal de Abreu en el mundial de Sud Africa  contra Ghana para una clasificación y no para un título.
Me sería imposible por razones de espacio nombrar a todos los que ganaron alguna vez cosas importantes por penales.
Los penales se ejecutan bien o mal, se convierten o no, generan victorias o triunfos de mayor o menor trascendencia, pero son una forma limpia de definir un resultado.

Terminemos de decir tantas estupideces y permitirlas públicamente, Nacional como tantos equipos ha ganado y ha perdido por esa vía, y Peñarol lo mismo, y seguirá ocurriendo. 
Lo que hay que hacer es aceptar la realidad, siendo y actuando como deportistas y no como malos perdedores, una bandera que si se trata de la Peñarol está siempre en alto, pero sucia como son en general todos sus procedimientos y lo volvió a demostrar.


                                                                       Enrique Bello

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