Pasó lo que tenía que pasar, jugar mejor al fútbol en varios sectores del campo. Colocar como titulares a los jugadores que pedían a gritos ser considerados. Y jugar con un equipo mas equilibrado y racional. Por eso se le ganó y muy bien a un Defensor, en todas las líneas, no se le dejó pensar en ningún momento, se le presionó la salida prolija, se marcó bien a sus mejores jugadores y se le minimizó de tal manera, que Conde no pasó sofocones.
Gran labor de Oliva, la mejor figura de la cancha, su presencia es mérito indiscutible de Medina. Pero bien Corujo. Fucile, Polenta, el propio Espino que levantó, Zunino, de Pena en el primer tiempo, y adelante un jugador distinto al común denominador de lo que vemos habitualmente, Bergessio, con un golazo de cabeza que no es muy habitual observar en las canchas uruguayas. Buena ubicación y movimiento técnico para posicionarse, y Gonzalo Bueno que ha mejorado mucho su rendimiento en los últimos partidos.
Mucha gente en el Parque como siempre y un triunfo importante, con un rival siempre complicado, al que se le ganó en forma clara y terminante.
Llamó la atención después, ver en televisión, la alegría desbordante de los dirigentes en un palco, saltando como los hinchas, y como sacándose un peso de encima frente a todas las controversias previas con los violetas. Así lo entendí yo, pero hay que entender que el dirigente también es hincha, y en ocasiones lo demuestra.
Sirvió para quedar a la expectativa en la tabla,e ir moldeando un equipo titular en forma definitiva.
Ahora el viaje a San Pablo donde espera Santos. Y allí ojalá el entrenador no vaya a jugar a la retranca en busca de un empatesito.
Si hace eso, es muy probable que pierda. Hay que jugar con precauciones pero siempre intentando ganar. Los cuadros grandes deben jugar así, si pretenden cosas importantes.
Contra Defensor hubo una muestra para tener en cuenta, a no desaprovecharla.
Enrique Bello
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