miércoles, 7 de marzo de 2018

SOBRE UN TEMA QUE NO DOMINO

En la noche del martes 6 de marzo pasado, me puse a mirar el partido de basquetball entre Nacional y Welcome por la liga uruguaya. Es de conocimiento general que el basquetball al cual jugué de jovencito en menores y juveniles, es un deporte que particularmente no me gusta, no me genera atracción, en muchas de sus cosas. Arbitrajes dudosos al por mayor, los técnicos dirigiendo a los gritos frente a las cámaras para demostrar que hacen algo y justificar sus pagas. Esas tablitas que usan para indicarles con geroglíficos inentendibles, a los jugadores, lo que deben o no hacer, sin que estos los miren y les den bolilla.Las discusiones entre relatores y comentaristas que no se ponen de acuerdo en lo que ven,y están uno al lado del otro.
Hasta ahí  voy y poco mas, porque no me siento capacitado. En eso soy absolutamente leal con los lectores.
Lo que me movió a ver el partido, que me enteré se jugaba a las 7 de la tarde, fue ver la camiseta de Nacional en cancha, y mas nada.
Vi un jugador que se es considerado la figura de Nacional y que se llama Antony Dandrich o algo así, lo había visto en alguna otra oportunidad apareciendo como el dueño del cuadro, todos jugando para él.  Después de ver este partido llegué a la conclusión que es buen jugador, goleador, pero muy desparejo en su manera de jugar, y en su rendimiento, tanto te puede ganar él un partido, como también perderlo, siendo, el responsable como contra Welcome de la derrota en dos alargues. 
Llegué a la conclusión, que Nacional juega a su compás, es comilón,quiere hacer todo solo, los demás lo acompañan pero no son gran cosa. Por lo que terminé pensando convencido, que adonde llegaron es bastante y punto. Que la gente no espere mucho mas, porque no hay mas que esto. Es la opinión de un neófito.


                                                                   Enrique Bello

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