Después del mal partido contra Racing, se comunicaba un amigo para decirme, ver a Nacional es un sufrimiento. Escuché esa frase y la compartí totalmente, Es un verdadero suplicio y martirio para los hinchas, observar cada encuentro de Nacional.
Frente al equipo de Sayago, Medina puso en cancha, lo que se pedía a gritos por parte de la gente, y que nosotros en general compartimos. De todas maneras hay jugadores que no están dando la talla, muy bajo Romero, que sin ninguna duda va a volver a ser el que conocemos, Bueno y Viudéz que no aprovechan las oportunidades que les brinda el entrenador. Y como el equipo tiene un solo jugador talentoso y de buen pie como Sebastián Rodriguez, del que puede siempre esperarse algo distinto, los rivales le ponen marca encimada, aveces con dos futbolistas y lo anulan. Y es ahí donde Nacional sufre porque se queda sin gente para abastecer a los de arriba, caso Bergessio, al que le tiran pedradas.
Otra cosa negativa, Nacional no tiene tiradores de media distancia, que son sumamente necesarios para abrir defensas cerradas y los laterales tienen que acompañar mas. Perucci no por casualidad es jugador de Boca, es buen lateral y experiente y con buena proyección ofensiva. El asunto es que acá cuesta una barbaridad al jugador uruguayo, darse cuenta que el jugador argentino, toca la pelota en corto y rápidamente se desmarca para esperar la devolución.
En lo personal pienso que hay que darle estabilidad a un equipo, para que agarre confianza en sus fuerzas, esto de Medina de andar cambiando cada partido la integración, y de haber jugado con dos equipos diferentes. Eso no es bueno, pocos saben que son titulares y el resto se desconcierta, si estoy o no estoy.
Por todo ello es que no se logra tener una línea de juego definida, por lo que se pasa a jugar perturbados, cada uno haciendo lo que quiere. Y eso es la negación de un equipo.
Ojo porque el tiempo avanza y ya no hay revancha, si la quedás, a llorar al cuartito, hay que barajar y dar de vuelta si se pretende mejorar lo que se muestra, que mas allá de ganar con el cuchillo en la garganta, es malo por donde se le mire. Y así no hay futuro.
Enrique Bello
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