viernes, 30 de marzo de 2018

SOBRE LA MUERTE DE ABDON PORTE

Estuve este fin de semana en una reunión de camaradería entre amigos, ya todos mayores y del lugar donde vivo. Fue en Piriápolis.
Entre tanta cosa conversada, entre risas y buenos momentos, pero también con algún tema serio como es común. Naturalmente había gente hincha de los dos equipos mas importantes del país.
En determinado momento salió a la luz una crítica despiadada de varios peñarolenses hacia la muerte de Abdón Porte.
Escuchando la misma, no salí de mi estupor al oir cosas,como que solo un demente pudo haber hecho, al quitarse la vida por no poder seguir vistiendo la camiseta y los colores del equipo que defendió y amó. Se imaginará la gente que lea esto, el malestar que sentí y como reaccioné ante tamaña barbaridad, que solo unos manyas desnorteados, sin conocimiento de nada menos de la historia pero doloridos al máximo, vilipendiaron en mi presencia sin argumentos sólidos, yo diría infames, a una figura de la estatura de Abdón Porte. Abdón murió en una época de romanticismo, en la que los valores morales estaban por arriba de cualquier otra circunstancia y en el cual las personas eran capaces de hacer cosas tan increibles por el amor y el sentimiento a una causa.
Solo no entendiendo nada, alguien puede hablar peyorativamente, diciendo que si se consulta por el tema a siquiatras o sicólogos, estos te hablarían diciendo lo que piensan ellos.
La ignorancia, el flechamiento cerebral con el que convive una inmensa  cantidad de peñarolenses, llenos de envidia y de odio hacia una institución como la nuestra, que desde su propio nacimiento ha marcado los mas importantes hitos de una historuia sin igual.
Que saben ellos lo que representa ser de Nacional, el agravio, el insulto la mentira, la llevan en la sangre, por eso nuestra colectividad, no se siente ni mejor ni peor, solo es distinta y eso le duele al manya común como le duele Nacional a Peñarol desde siempre, y de alguna manera hay que enchastrar la cancha.


                                                                           REnrique Bello

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