Ya sabemos que acá en nuestro país se juega bastante mal al fútbol.
Los diferentes partidos de los campeonatos son pobres por solemnidad, el pumba pumba gobierna la mayoría de los encuentros.
Pero las autoridades del fútbol a nivel de dirigentes de la AUF y de los clubes, tiene y yo agregaría deben entrometerse y participar mas, en temas que hacen a los espectáculos que son profesionales y que la gente paga y precios bastante caros. Esto como para observar cosas diferentes y no estafas, que saltan a la vista y que la televisión muestra con absoluta claridad en primeros planos.
Cuando digo estafa, o trampa como la quieran llamar, están a la orden del día en cada juego. Trampa es que los jugadores de fútbol se tiren y finjan golpes y lesiones que no tienen, cada vez se ven mas. Trampa es entrometerse, poner caras de malos, levantar las manos a los árbitros pidiéndoles tarjetas para sus rivales, protestando a voz en cuello determinaciones a los jueces. Todo cuando no son ellos sino el árbitro quien debe resolver la acción a tomar.
Trampa es tirarle a la tribuna en contra a los jueces o líneas con actitudes totalmente antideportivas.
Sobre lo mencionado, hay gran responsabilidad de los árbitros que para evitarse problemas y futuras designaciones o sanciones, poco hacen para parar los atropellos que se ven permanentemente en las canchas.
A mi me parece, que especialistas en el arbitraje, deberían recorrer los diferentes lugares de entrenamiento de los equipos, hablar e instruir a técnicos y jugadores, primero sobre las reglas, que se desconocen bastante, y en segundo lugar sobre todo lo que no se debe hacer en un encuentro de fútbol, para que los protagonistas sepan, que si hacen lo que no se puede ni debe hacer, serán sancionados de raíz. Gestos a los líneas diciendo no con los dedos a un fallo, cuando la infracción fue absolutamente clara. Los árbitros no se deben dejar atropellar con matonismo. Y los jugadores una vez que sonó el silbato, les guste o no lo cobrado, cada uno pronto para seguir metido en el juego.
Pero que en este tema hay que hincar el diente no tengo ninguna duda. Y algo para mi muy importante, el tiempo de juego, que a raíz de lo expuesto, no supera los 35 a 40 minutos de fútbol activo. Eso es otra de las grandes trampas a los espectáculos y hay que terminar con la misma ya.
El ejemplo mayor a todo lo expresado aquí, lo dejó plasmado para siempre Luis Suarez, cuando en el mundial de Brasil mintió e hizo mentir a quienes lo defendieron cuando mordió a Quiellini y eso fue comprobado e hizo que lo expulsaran de la competencia poco menos que como un delincuente en un exceso que aún hoy el mundo recuerda.
Eso que hizo Suarez fue trampa, innecesaria pero trampa y tendría que haberles servido como experiencia a todos los jugadores de fútbol de nuestro país para no cometerla y presentarse con respeto a los espectáculos profesionales, que les dan de comer y en muchos casos dineros inmerecidos.
Enrique Bello
Enrique Bello
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