Ese es el adjetivo calificativo mas suave que se le puede aplicar a este personaje nefasto que tiene hoy el fútbol uruguayo, y digo esto para no nombrar a su lugar de origen.
Me refiero claramente a Juan Pedro Damiani alias damianito, que cada vez que habla deja traslucir en forma subliminal su permanente actitud beligerante ante cualquier acción deportiva e institucional que pueda surgir del Club Nacional de Football.
Esta baraja a la que muchos periodistas se desesperan por entrevistar, como ya no le quedan argumentos sólidos para tratar de salir airoso de sus permanentes desaciertos a nivel de su conducción, tira basura hacia Nacional.
Ya por conocido este tema, no deja de sorprender el caradurismo en el que incurre sistemáticamente.
Para ir al grano, esta tarde, estando en Tucumán para ver a su deplorable equipo fue entrevistado por Federico Buysán, en una nota que fue servida en bandeja, para que damianito pateara el tablero. Entre varias de las cosas que dijo, queriendo justificar lo que no puede, habló del famoso decálogo del Cacique Medina porque Buysan se lo preguntó, presumimos a pedido de éste, y ante el estupor de quienes estábamos escuchando, expresó que lo de Medina fue un disparate justo en un momento de gran sensibilidad con la violencia, palabra mas palabra menos. Pero después de lo que ha vivido y sigue viviendo con su institución, damianito no tiene autoridad alguna para hablar de violencia y menos criticar a Medina, que nada trascendente expuso en ese memorandun, que inclusive negó haberlo hecho él, lo que no quiere decir que no lo piense como lo pensamos todos, y con lo que estamos absolutamente de acuerdo.
El caradurismo de Damiani ya raya con lo ridículo, alguien le debería decir que se calle y que ciertos y determinados periodistas, no sigan haciendo que el deterioro de ese gremio sea cada vez mayor.
Enrique Bello
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