Estamos a horas de jugar cuartos de final de otro campeonato mundial. El estado de euforia de la gente, otra vez se ha puesto en evidencia. El deseo de la mayoría de los ciudadanos por ver a la camiseta celeste al tope, es el común denominador de lo que se vive desde hace días en todo el territorio nacional.
Conociendo el amor por el fútbol y la pasión que genera en nuestra población, es absolutamente normal, que estemos asistiendo a una movida que nada mas que este deporte puede generar.
La situación que se vive , y la expectativa reinante, es tan grande, que no hay otro tema en las calles de todas las ciudades del país, que no sea la participación con gran suceso, de nuestra selección uruguaya en Rusia.
Ya nadie habla de otra cosa, ni de la suba de la nafta, metida de cotelete por el gobierno,aprovechando el momento en que el pueblo ni se da cuenta, y yo agregaría poco le importa. Como poco le importa el estado de postración económica y social en que hoy viven los uruguayos. Ya ningún gremio se acuerda que los están cocinando a fuego lento en el parlamento, con el tratamiento de la Rendición de Cuentas. Bonomi, la policía, y la justica dejaron de lado sus controversias, por asesinatos, motines, robos y rapiñas, y las variantes al famoso Código de Proceso Penal, votado hace ocho meses, entre gallos y medias noches sin la mas mínima convicción del desastre que estaban cometiendo. El PIT CNT, primer lugarteniente le hace la venia al gobierno, y disimula contradecirlo palmeándole la espalda.
Todo dentro del entorno del mundial que hizo olvidar por veinte días a los habitantes del país, que el 16 de julio, será nuevamente el día D, para introducirse nuevamente en la vorágine de una problemática realmente grave, hoy dejada de lado por este acontecimiento mundial que tiene en vilo a nuestro país. Ojalá se de el título, ya lo hemos dicho en comentario anterior a este, se está muy cerca, tan cerca que hasta parece tocarse. Pero cuidado, los pájaros que vuelan alto, cuando caen hacen un agujero en la tierra.
Y mas allá de lo comprensible es muy peligroso si no se logra, porque la desazón podría ser catastrófica.
El consumo final para la gran satisfacción, es ganar, todo lo demás si no se obtiene el título, no será fracaso deportivo, pero si un gran sinsabor que podría quedar en la historia. Ahora que con el cuento que se quiere imponer a forcep, hablando de procesos proyectos y clasificaciones, que haya respeto y valoración, a lo actuado,
pero no alegrías desbordantes, para las que los uruguayos que somos pocos y pequeños con respecto al mundo, no estamos acostumbrados. Lo que realmente festejamos son triunfos.
Enrique Bello
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