Si hacemos una análisis profundo está bien que haya logrado el título. Futbolísticamente fue mejor que el resto, así que el torneo conseguido es merecido. No se si fue un gran equipo, me pareció endeble anímicamente, pero la juventud de su plantel y varios buenos jugadores le permitieron superar obstáculos. Ganarle a Argentina, Uruguay, Bélgica y la final a Croacia, dicen mucho. Y allí está la justificación de lo logrado.
De todo lo demás ya hemos escrito y hablado, no es necesario reiterarlo. Fiesta total en los Campos Eliseos después de un final de fiesta en Moscú que tuvo esplendor junto a lo sencillo de una ceremonia final corta pero muy agradable. La lluvia nada impidió a las autoridades mundiales que allí estaban, mojarse de lo lindo pero con sus caras sonrientes, cada cual a su manera.
La FIFA salió bien parada en todo lo que hizo y no hay mucha cosa para la crítica. Creo que el fútbol bien jugado y no tan mecanizado es el que faltó a la cita. Se vieron jugadores muy cansados por la intensa actividad desplegada por largas temporadas en sus clubes. Eso generó lesiones que bajaron de la competencia a varias de las estrellas de los equipos. Habrá que rever esto. El var ayudó a los jueces y dio mas cristalinidad a las decisiones arbitrales. Solo cuatro tarjetas rojas, marcaron con claridad que hubo mucho mas cuidado por parte de los futbolistas, a la hora de golpear y no hacer trampas, salvo Neymar y Embapé.
Terminó un mes de intenso fútbol mundial, del que vimos los 64 partidos, pero que en relación con otros, en general me quedé con sabor a poco. El campeón fue el mejor y por lo tanto justo. Lo de Croacia, conmovedor en lo emocional, hizo lo que pudo y no le dio para mas. No es el consumo final que se aspira, pero un gran respeto sobrevuela ese país por lo expuesto en la cancha.
Enrique Bello
No hay comentarios:
Publicar un comentario