El título es casi una pregunta para la colectividad tricolor. Hablo de dirigentes, gerentes, funcionarios, entrenadores, ayudantes, preparadores físicos, médicos, jugadores, e hinchas y socios de la institución.
No recuerdo en mis largos años de vida, como periodista partidario, hincha de tribuna y 56 años en los registros sociales, además de mi estrecha relación mantenida desde muy pequeño con Nacional.
Un estado de deterioro, generalizado, que mas allá de triunfos circunstanciales, nos ha ido hundiendo cada vez mas, en un estado de degradación, difícil de sobrellevar.
Siempre se dice que si la cabeza falla, fallan el cuerpo y las extremidades, y es absoluta verdad.
Yo soy de los que pienso que nadie que se acerca al club para conducirlo, llega para hacerle daño. Ni me pasa por la cabeza. Ya ser de Nacional es una grifa en la solapa que todos tenemos y llevamos con orgullo, por ello el respeto es el que siempre tiene que mandar.
En las últimas décadas, el profesionalismo se hizo muy fuerte y se comenzó a hablar de cifras nunca vistas en el fútbol uruguayo, ya de por si pobre por solemnidad.
Y aquello fue una bola de nieve que creció y creció a niveles insospechados y como un bumeran les empezó a pegar en el medio de la frente a muchos para comenzar a hundirlos en la desdicha económica financiera, endeudamientos groseros y en un estado de postración absolutamente irresponsable.
Y la culpa quien la tiene, el gran bonete, no, la tienen los dirigentes, que se fueron entregando de pata y mano a los contratistas, para que estos les arreglaran el fardo. Ofrecimientos económicos a entrenadores y jugadores imposibles de cumplir, en un medio pobre como el nuestro. Y así estamos hoy, con equipos fundidos, si fundidos, no cabe otra palabra, en lo económico financiero, con pasivos impropios de este país para instituciones deportivas, y fundidos deportivamente que es lo peor. Con equipos de medio pelo, sin futbolistas de categoría, y que a los pocos que aparecen se los llevan por chauchas y palitos, aprovechándose de la miseria en la que viven los clubes.
Responsables de esta debacle, claro que los hay, son los malos e ineficaces dirigentes, que viajan, pasean, cobran buenos viáticos se acomodan en puestos internacionales cobrando muy buenas pagas mientras sus clubes van agonizando lentamente.
Pregunten a Valdéz que cobra 65 mil dólares de la FIFA y 30 mil de la CONMEBOL, por eso no quiere largar la teta. Pero ojo han habido y hay un montón mas, que se llevan grandes dividendos.
Nadie puede desmentir esto, por la sencilla razón de que es verdad.
Y de Nacional que, nos preguntamos todos, vive una situación de crisis, con un pasivo inmenso, con deudas de todo tipo y un Parque Central que ha sido desde un tiempo a esta parte mas un dolor de cabeza, que una satisfacción. Gente enojada porque no le entregan los palcos y butacas en tiempo y forma, un agrandamiento del mismo absolutamente innecesario. Y una directiva superada en muchos rubros. Eduardo Ache tuvo que involucrarse para con su experiencia intententar ayudar a salir de este momento tan complicado. El mismo Ache dice que el pasivo que se incrementó por diferentes razones, es manejable. Un panorama electoral intrincado se avecina, mientras en la cancha que es lo que todos queremos, no se ve un equipo medianamente competitivo no solo a nivel internacional, sino a nivel local.. Yo no se la gente como vislumbra todo esto , a mi no me gusta nada y la desmotivación que tengo es muy grande, ya ni ganas tengo de ir a la cancha. Ojalá esto mejore, no lo veo en corto tiempo, hay mucho por resolver, hay que bajar, sueldos de exorbitantes de futbolistas que no lo justifican, muchos gerentes como no hubo nunca, Medina con mucha gente a su alrededor que no se necesita. Juveniles, con dos o tres experientes, y un apriete de clavijas generalizado que haga mas viable el andar de una institución que como Nacional, tiene y debe volver a ser totalmente independiente, de negocios con gente que ha masacrado lo mas sagrado que tuvimos desde siempre, nuestros cimientos.
Enrique Bello
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