A uno lo que mas le gusta es hablar de fútbol, si se jugó bien o se jugó mal, hablar de la integración, si me gusta o no me gusta, del planteamiento táctico que se para en la cancha, de las variantes que se observan en el campo, de si está bien conformado el banco de suplentes, si a nuestro saber, se hacen bien los cambios o no. En fin nos gusta hablar de fútbol. Eso es lo que siempre nos gustó hacer viendo un partido de fútbol y especialmente a nuestro Nacional.
Ahora de un buen tiempo a esta parte tenemos que incursionar en temas que nos desagradan tremendamente.
Ya cuando hablamos mas de los dirigentes, que de los jugadores, algo anda mal. Y miren que hace tiempo en Nacional, son mas protagonistas los dirigentes, que los propios futbolistas.
Lo peor, que no es por cosas positivas para la institución, sino todo lo contrario. Un club politizado en extremo, con un hambre de poder absolutamente llamativo, que si lo analizamos bien a nada bueno conduce. Miren que siempre fue así, pero desde un tiempo a esta parte se ha agudizado de una manera de la que cuesta creer.
Y todo es por la plata, los presupuestos altísimos, imposibles de sobrellevar, pagas a futbolistas, impropias de este país, a técnicos lo mismo, crecimiento desmedido de toda la infraestructura interna, me refiero a funcionarios, ayudantes mas ayudantes, seguridad, y negocios mas perjudiciales que favorables, con intermediarios que hacen sus pingues ganancias a costillas de administraciones y manejos dirigenciales deficientes.
Ya en otros tiempos pasados comenzó esta debacle, que fue en aumento lento pero pausado, llevando a nuestra institución a un estado de situación actual como no se ha conocido.
Y las consecuencias están a la vista, hoy caos absoluto, absurdo con una inestabilidad institucional de la que no hay antecedentes.
Treinta millones de dólares de pasivo, deudas brutales con los planteles de jugadores, las debe de haber con funcionarios, presumo, con proveedores y un Parque Central que de tener con sus obras un saldo positivo en el banco de once millones de dólares desde el remate de palcos de 2014, pasó a lo catastrófico de hoy, que es prácticamente imposible de saber cuando se va a terminar, y que el malestar enorme de los que pusieron plata grande, es tamaño baño.
Dentro de este panorama atroz, los dirigentes elegidos andan a los bandazos, dando una imagen pública desoladora, con renuncias a comisiones que integran, por desavenencias con un presidente jaqueado desde todas las esferas del club, por la sencilla razón de que se manda solo, sin consultar ni participar a sus compañeros sobre operaciones con jugadores que llegan al club sin que la mayoría lo sepa. Ahora bien y esto va para los dirigentes renunciantes a la comisión de contrataciones, con esa actitud, no solucionan nada y tampoco aportan nada. Salgan a la palestra pública y digan todo lo que saben y tengan para decir. El silencio sepulcral, en aras de una institucionalidad mal entendida, no es aconsejable. Nacional es de toda su gente no de los dirigentes que solo son administradores por tres años. Y que en este caso son los peores administradores que se recuerden.
Yo se que el presidente del club, es la máxima figura, pero y el resto para que está, son diez mas que deberían tener una participación mucho mas activa y no tirar la piedra y esconder la mano. Palma y Orellano, dos de fracciones diferentes, se equivocan con su decisión y aplican aquella frase, del que no aporta una solución, pasa a ser parte del problema. Que logran renunciando a una comisión y quedándose en directiva, absolutamente nada. Si están en contra de este pase intentendible de Santana, que es difícil de explicar, pues renuncien como dirigentes, no usen chupetes periodísticos, micrófonos, para actuar como actores de teatro.
Ya lo presumimos en el blog anterior a éste, este pase estaba relacionado con Casal y plata para Nacional, nadie lo dice con claridad, pero es así. El Paco nos volvió a sentar, aprovechando el momento miserable que se está viviendo. Y el presidente, ojo, no ha sido el único que cayó en las redes, hubo otros que hicieron lo mismo, fue a pedir, y claro le arrancaron la cabeza de parado.
Y los demás dirigentes ignorados, en una actitud que nadie puede compartir. En los últimos días cuando Ache apareció en escena, se habló de que estaban unidos en busca de soluciones. Uno quiso pensar que era cierto, pero todo se derrumbó como un castillo de naipes, hablaron para la tribuna, engañaron a la gente una vez mas.
No hay plata y contratan, quien entiende eso. El Parque Central y su intento de hacerlo crecer a las apuradas, sin criterio ni equilibrio alguno, por no saber manejar las cosas como hubiera correspondido. Nos tienen hoy en este estado de postración, peleas internas, deudas monstruosas, errores desproporcionados e incomprensibles, y con un futuro muy poco alagueño que en lo deportivo va saliendo a flote no sin dificultades, que mas temprano o mas tarde se terminan pagando, porque la cabeza funciona muy mal, y no saben salir del atolladero en que se metieron. Y si no se bajan los pantalones al entrar a Divina Comedia, para que la inteligencia del Paco los siga enterrando al ver la inoperancia y flaquezas de la que hacen gala todos los dirigentes y digo todos no solo el presidente de turno.
Se ve que no hemos aprendido nada de nada con el tiempo y así nos va. Santana a tercera, que lamentable todo, siento como bolso de ley verguenza ajena, por lo que han hecho con Nacional.
Yo tengo que levantarme hoy y leer las redes sociales, y las ganas de poder esperar algo motivamente se me van al diablo, leyendo cosas del partido de ayer ganado en forma justa pero con sufrimiento, y con el ya famoso triste y célebre vamo arriba.
Que pobreza mi dios, que ingenuidad de los hinchas, que no tienen idea que nuestro Nacional está en banca rota.
Enrique Bello
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